Las pulgas son parásitos externos que miden entre 1,5 y 3,3 mm y de color oscuro. Gracias a su cuerpo comprimido lateralmente, pueden desplazarse con facilidad entre los pelos o plumas del animal o lugar donde se alojan. Además, pueden saltar hasta 18 cm en vertical y 33 cm en horizontal, en caso de querer cambiar de huésped. ¿Cómo se alimentan? Estos insectos son hematófagos, lo cual significa que, se nutren de la sangre de los distintos mamíferos e incluso humanos que suelen usar como huéspedes. Normalmente, tras alimentarse, la hembra deposita entre 15 y 20 huevos diarios sobre el hospedador y que, a lo largo de su vida, pueden llegar a poner hasta 600 huevos. El cuerpo de sus hospedadores no son su único refugio:
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Las garrapatas son ácaros que parasitan externamente a los animales e incluso a los seres humanos alimentándose de su sangre. Estos, suelen encontrarse en el suelo cerca de plantas o arbustos, donde se reproducen, esperando que pase un animal o una persona para adherirse a ellos. En los animales, suelen adherirse en la base de sus orejas o en sus axilas, mientras que en los humanos suelen adherirse al cuero cabelludo. Las garrapatas, son vectores de distintas enfermedades como Erlichia, Babesia, Anaplasma, Hepatozoonosis canina, Tifus, entre otras. La mayoría son de origen zoonótico, es decir, que pueden ser transmitidas al hombre. ¿Cómo prevenirlas o eliminarlas? Utilizando nuestros productos de las líneas Dominal o Fauna en el caso de tus mascotas y, para el cuidado de tu hogar,
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La queratoconjuntivitis es una enfermedad infecto contagiosa que produce congestión e inflamación de la conjuntiva y lesiones en la córnea tanto de bovinos como de ovinos, porcinos y equinos. Esta enfermedad se presenta, mayormente, en animales jóvenes y en períodos de mayor luminosidad y vientos. ¿Cómo se transmite? Por contacto directo de descargas nasales o de lágrimas y, fundamentalmente, por moscas o manipuleo humano en las mangas. El período de incubación de esta afección es de 21 días, aunque, en muchos casos, los animales no presentan ninguno de los típicos signos clínicos: fotofobia, inflamación de ojos, contracción de pupilas, opacidad en las córneas e incluso úlceras y lesiones. La mayoría de los animales que padecen esta enfermedad pueden recuperarse rápidamente si son tratados a tiempo. Cuando
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