La hipertrofia prostática (HP) consiste en un aumento de tamaño de la próstata, principalmente en machos adultos no castrados. Esta, es una de las enfermedades prostáticas más frecuentes y se suele desarrollar en casi todos los perros sanos al envejecer.
Con el tiempo, puede presentar la siguiente sintomatología: dificultad para orinar y estreñimiento (debido a la presión sobre el tracto genitourinario y gastrointestinal respectivamente), orina y eyaculación con sangre, apatía, anorexia, cojeras, etc.
Algunos de los signos clínicos mencionados anteriormente, pueden no presentarse o no ser evidentes para los cuidadores, por eso es importante realizar consultas periódicas con un médico veterinario. El mismo realizará una palpación de la próstata mediante un tacto rectal para comprobar su forma, tamaño y consistencia. Además, pueden hacerse estudios complementarios como radiografías o ecografías.
¿Cómo prevenir o tratar la hipertrofia prostática? La castración es el mejor método preventivo para esta enfermedad, pero, en caso de no poder o querer recurrir a una intervención quirúrgica, también se puede tratar con “Singestar comprimidos”, nuestro exclusivo progestágeno anticonceptivo para perros y gatos. En machos caninos, también se suele utilizar para tratamientos de hipersexualidad y adenomas de glándulas perineales mientras que, en machos felinos, se lo puede emplear como tratamiento para la hipersexualidad, dermatitis miliar y granuloma eosinofílico.