La Osteoartritis es una enfermedad degenerativa bastante frecuente en animales domésticos adultos, sobre todo entre las razas más grandes. Esta enfermedad comienza siendo una leve inflamación en las articulaciones, pero con el tiempo, el cartílago articular se degenera y le produce a los caninos un significativo dolor además de un crecimiento anormal de los huesos. Las articulaciones más afectadas son las que se encuentran en las siguientes zonas: codo, carpo, rodilla, columna y cadera.
Si bien al ser una enfermedad muscular no es posible identificarla visualmente, la presencia de la osteoartritis se puede deducir a partir de algunos signos clínicos muy básicos:
- Dificultad para caminar: Verás que tu mascota hace pasos más cortos y controlados.
- Incomodidad en cada postura: Esto se debe al roce de los huesos que depende de cómo estén parados o acostados.
- Falta de ánimo: A causa del dolor y la dificultad para movilizarse.
- Demostrar dolor o molestia cuando se le tocan las patas
- Cojear o repartir su peso de forma desigual
- Lamerse compulsivamente las patas
Según algunas estadísticas, 1 de cada 5 perros de razas grandes o gigantes padecen osteoartritis. Algunas de las razas más comunes son: Ovejero alemán, Rottweiler, Golden, Labrador, San Bernardo, Staffordshire Terrier. Aunque algunas razas más pequeñas como Pug y Bulldog Francés también son bastante propensas a padecer este tipo de enfermedad.
La osteoartritis al ser degenerativa no tiene cura, pero sí puede ser tratada para frenar o ralentizar su avance. Artrosan es un producto inyectable específicamente creado para este tipo de casos ya que previene y controla el deterioro de las articulaciones. Además, posee acción antiinflamatoria, heparinoide, condroprotectora y regenerativa.